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lunes, 19 de agosto de 2013

Elección del sofá para el salón




He estado dando muchas vueltas sobre cual iba a ser el siguiente post que iba a publicar, y finalmente, me decanto por la elección de un sofá para el salón de casa.

 


En mi caso, fue todo un reto… era la primera adquisición para el salón, y por lo tanto, iba a condicionar el resto de la decoración. Así que esta entrada se la dedico a todas aquellas mujeres desesperadas que estén en mi misma situación, y espero que les sirva "my experience".
Eso sí, ante todo, llenaros de paciencia, me recorrí toda mi ciudad y creo que es lo más acertado, que quien busca encuentra!

Bueno, allá vamos:
 
Tamaño: las dimensiones de nuestro salón va a ser lo fundamental a la hora de elegir un sofá. En mi caso, además de ir con las medidas a la tienda, una vez que elegimos cual queríamos por si acaso probamos poniendo cartones en el suelo. Nos sirvió de mucha ayuda para ver cómo quedaba el salón.
NOTA: Personalmente, me decanto por los chaiselongue. La mayoría de ellos, además, se pueden alargar, por lo que en caso de tener invitados se puede ampliar (y para tumbarse a ver una peli, no nos vamos  a engañar, son comodísimos).
En caso de que el salón no sea muy grande, tenéis la opción de comprarlo de patas alzadas como el de la foto de abajo. Así da sensación de mayor amplitud.


Si tenemos un salón de revista, y nos puede caber, mi segunda opción, sin lugar a dudas, sería un rinconero


Color: decantaros por un tono neutral (beige, blanco, gris…) y además en tejidos lisos. Luego, simplemente eligiendo diferentes combinaciones de cojines, podremos cambiar completamente de estética y renovar por poco dinero el estilo del salón. Tened en cuenta además, que cuanto más claro sea el color, más aligerará la estancia
Por cierto, para que lo sepáis, me encanta el gris combinado con blanco y negro.

Tapicería: existe la opción de piel, fibras sintéticas o algodón.  Personalmente me encantan los sofás de piel, pero creo que no es una buena opción a largo plazo. La piel (o polipiel en la mayoría de los casos), se mancha con facilidad, y además es menos resistente que las otras dos opciones. Además, con fibras sintéticas, se podrán lavar en casa y eso que nos ahorramos (por si acaso preguntarlo en la tienda)
Otra anotación: nuestra primera opción fue una tapicería aterciopelada… que tuvimos que descambiar en 6 meses. Era preciosa, pero se desgastó y parecía que el sofá tuviera 6 años en vez de medio… lo cierto es que no nos pusieron muchas pegas en la tienda, ya que nos dijeron que era algo normal con ese tipo de tejidos. Nos lo podían haber dicho antes...
Otra opción para el tema de tapicería: combinado de piel o polipiel con otro tejido. El armazón se pone en piel, y la zona de los cojines en el tejido elegido. Queda francamente bien.

Comodidad: fijaros sobre todo en
1) profundidad, que cuando os sentéis no os queden las piernas colgando, lo más incómodo del mundo
2) respaldo: que se pueda apoyar la cabeza, para que el cuello descanse.
Y para terminar, aquí os dejo unas cuantas imágenes para que os sirvan de inspiración:






 

 

 

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